Mantas y rayas diablo

 

El término "manta" corresponde a la palabra portuguesa o española utilizada para referirse a un manto similar a los mobúlidos en tamaño y forma.

Las rayas mobúlidas pertenecen a la familia Mobulidae, que cuenta con diez especies y comprende un género: Mobula.

Aunque se encuentran entre las especies marinas más carismáticas, aún sabemos muy poco sobre su biología y ecología, y se enfrentan a graves amenazas. Estas rayas se ven afectadas por numerosas actividades humanas, como la pesca dirigida, las capturas accidentales, la destrucción del hábitat, los desechos marinos, las colisiones con embarcaciones, los enredos y el turismo no regulado.

Los mobúlidos maduran tarde, tienen una vida larga y paren una sola cría cada 2 a 5 años, lo que limita la capacidad de las poblaciones para recuperarse del agotamiento causado por las actividades humanas u otros impactos. Por eso es cada vez más importante concienciar sobre la importancia de la conservación de estos animales.

Parientes cercanos de todos los tiburones y rayas, estos peces cartilaginosos que se alimentan por filtración viven en los océanos tropicales y subtropicales de todo el mundo. Estos peces deben mantener el flujo de agua a través de sus branquias para respirar, lo que significa que nunca pueden dejar de moverse. Sus movimientos diarios y estacionales están sincronizados con las corrientes oceánicas para poder perseguir el alimento planctónico del que dependen.

Varias diferencias morfológicas, como el tamaño y el color de su cuerpo, distinguen a estas especies. Las mantarrayas son las más grandes de todas las rayas, alcanzan un tamaño máximo de siete metros de punta a punta de las alas y pesan hasta dos toneladas. Su tamaño les permite aumentar su rango de búsqueda de alimento y su capacidad de almacenamiento de energía, y la forma aplanada de su cuerpo se adapta perfectamente al planeo, mejorando la eficiencia natatoria de estos grandes peces.

Las rayas diablo son sus parientes más pequeñas, y la mayoría de las especies miden entre 1 y 1,8 metros de ancho de disco. La raya diablo de cola espinosa y la raya diablo falciforme son las especies más grandes, con anchuras de hasta 3,5 metros. A pesar de ser conocidas por su parte dorsal oscura y su parte ventral blanca, la coloración y los patrones de manchas varían de una especie a otra.

Las mantas y las rayas diablo utilizan unos apéndices especialmente modificados que se apoyan en cartílagos, llamados branquias, para filtrar el zooplancton y los peces pequeños de la columna de agua. Mientras nadan, la boca se mantiene abierta y los lóbulos cefálicos se utilizan como una cuchara para facilitar la ingestión de alimento. Una vez ingerido, el alimento es filtrado por las placas branquiales antes de ser procesado por el aparato digestivo. Aunque se alimentan por filtración, la mayoría de las especies tienen 300 filas de pequeños dientes en forma de pinza, cada uno del tamaño de la cabeza de un alfiler, que utilizan en el cortejo y el apareamiento.

Las rayas mobúlidas tienen un cerebro de gran tamaño, con la mayor proporción cerebro/masa corporal de todos los peces y una fisiología cerebral más parecida a la de los mamíferos que a la de otros peces. El gran tamaño de su cerebro podría estar relacionado con sus comportamientos complejos y su aparente "inteligencia social". Su curiosidad frente a los buceadores hace que cualquier encuentro con una manta o una manta diablo sea una experiencia realmente mágica. Además de tener un cerebro de gran tamaño, las rayas mobúlidas poseen una enorme red de arterias alrededor del cerebro, similar a una esponja, denominada rete mirable cranica. Esta red forma un sistema contracorriente que facilita el intercambio de calor entre los vasos sanguíneos. Se trata de una importante adaptación que les permite mantener el cerebro bien caliente y activo mientras bucean en busca de pequeños peces y otras especies de zooplancton que abundan en las capas más profundas del océano.

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